La depilación con cera se trata, básicamente, de sacar el pelo desde el folículo por debajo de la superficie de la piel. Se realiza aplicando una capa de cera derretida y se espera a que endurezca. Luego se saca con un tirón rápido y en dirección opuesta al crecimiento del vello, extrayéndolo desde la raíz. Las primeras veces que se realiza pueden ser dolorosas, pero estas molestias van disminuyendo cuando se hace en forma regular.
La temperatura de la piel es de 37º, por lo tanto la de la cera no puede ser superior a los 42º. Teniendo en cuenta que la cera se funde a 55º, siempre se la debe enfriar un poco.